Conocidos como los “yetis vascos”, Basandere (ella) y Basajaun (él) forman una pareja de moradores del bosque de la mitología vasca y que se puede encontrar en algunos valles del norte de Aragón
Su cuerpo está repleto de pelo asemejándose al mucho más conocido yeti. Tienen una fuerza y tamaño colosal.
Algunos mitos sobre el basajaun y basendere son benévolos, ayudaban a los pastores a saber cuando el lobo se acercaba a los rebaños de ovejas. Otros mitos los pintan como personajes terribles con los que era mejor no toparse en el bosque.
En algunos mitos, el basajaun, toma el papel del inicio de la senda del conocimiento para la humanidad ya que era conocedor de los misterios primigenios de la agricultura, la herrería o la arquitectura. Martin Txiki, o San Martinico, es otra persona-mito que embaucaba a los basajaun para aprender de ellos estos conocimientos ancestrales.