
En fitoterapia hay tantas plantas para estudiar que conviene empezar por las que tenemos más cerca.
Una de ellas es el amor de hortelano. Esta herbácea medicinal y comestible tiene un largo uso tradicional, aunque hoy en día es menos estudiada y utilizada en fitoterapia.

Es una especie emparentada con el galio (Galium verum) y la aspérula olorosa (Galium odoratum). Seguramente conoceréis el galio o cuajaleches, ya que es una planta que ha tenido y mantiene su uso en la fitoterapia actual.

En este artículo os hablaré sobre el amor de hortelano, una planta que crece en gran parte de la península ibérica y que podemos ver con cierta facilidad.
Amor de hortelano (Galium aparine)
Al amor de hortelano también se le conoce como lapa, nombre que debe a los pelos ganchudos que cubren toda la planta y se adhieren al cuerpo y la ropa como el velcro.
Es una herbácea anual trepadora que puede alcanzar los dos metros de largo. Crece comúnmente en vallas y muros, aunque también se extiende por el suelo.
Nativa de Europa y América del Norte, actualmente se encuentra distribuida por gran parte del mundo.
Podemos encontrarla en huertos, pastos, campos de cultivo, márgenes de caminos, jardines y estructuras como vallas o muros.
Pertenece a la familia de las Rubiáceas, la misma que el café (Coffea arabica etc.). Sus semillas se han empleado tradicionalmente como sustituto del café, aunque contienen muy poca cafeína.

Además, pertenece a la misma familia que la rubia roja (Rubia tinctorum). La raíz de esta planta se ha utilizado tradicionalmente para obtener un tinte rojo empleado en la industria textil y farmacéutica. De hecho, la raíz del amor de hortelano también sirve para teñir telas y cabellos.
El género Galium comprende numerosas especies. Para conocer las que habitan en la península ibérica y sus características distintivas, puedes consultar Flora Ibérica pinchando aquí.
Amor de hortelano como planta medicinal
Tradicionalmente, se emplea por vía interna como diurético para tratar el edema e hidropesía, como depurativo sanguíneo y linfático, y como sudorífico.
Se utiliza también para problemas cutáneos, tanto por vía interna como externa. En Estados Unidos es frecuente su uso como tónico depurativo primaveral y está presente en numerosos remedios caseros.
Personalmente, la recomiendo para depurar el sistema linfático, la piel y la sangre. Es muy útil para limpiar nuestro organismo y ayudar a que el cuerpo elimine las toxinas de forma adecuada, evitando su acumulación. Os dejo un enlace a nuestro artículo sobre el sistema linfático donde además os doy una receta sencilla de hacer en casa; para verla, pincha aquí.
“Muchos autores afirman que sus propiedades son muy similares al galio (Galium verum)”.
En uso externo, tanto la infusión como la cataplasma (elaborada con planta fresca) son efectivas para tratar quemaduras, heridas abiertas, llagas, ampollas, erupciones cutáneas, picaduras de insectos y afecciones como la psoriasis.
Ojo: para aprovechar sus propiedades medicinales, es preferible usarla como planta fresca, ya sea en jugo o en tisana.

El amor del hortelano en vídeo
Cataplasma para picaduras de insectos
Os comparto esta receta que publiqué en la agenda herbal 2022 🙂
Esta cataplasma es también efectiva para heridas, quemaduras, dermatitis de contacto y otras afecciones cutáneas inflamatorias.
Ingredientes
- Unas poquitas hojas y tallos de amor de hortelano fresco.
- Unas poquitas hojas de llantén menor (Plantago lanceolata) fresca. Si no encuentras, puedes usar llantén mayor (Plantago major).
- Un mortero.
Elaboración y uso
- Recolecta y limpia bien las hojas y tallos.
- Machácalas bien en el mortero hasta conseguir una consistencia de masilla. Si es necesario, añade un poquito de agua.
- Limpia abundantemente la zona de la picadura con agua, seca con cuidado y aplica la cataplasma. Cubre con una gasa estéril y deja actuar durante 15 minutos.
- Transcurrido este tiempo, retira la cataplasma y limpia la zona con agua. Como complemento, puedes aplicar oleato de caléndula con unas gotas de aceite esencial de espliego (Lavandula spica o latifolia).
Puedes aplicar esta cataplasma varias veces al día para reducir la inflamación y el dolor de la picadura. El llantén ayudará a prevenir infecciones.
Otra opción
Si no dispones de planta fresca, prepara una infusión (1 cucharadita por media taza de agua) de ambas plantas y aplícala en compresas sobre la zona afectada.
Amor de hortelano como planta comestible
Aunque podríamos pensar que no es apetecible, esta planta es realmente versátil en la cocina.
Sus brotes tiernos, una vez limpios, se pueden comer crudos en ensaladas, bocadillos o sándwiches. Para aprovechar esta textura tierna, es mejor recolectarlos a principios de primavera.
Los brotes más maduros se pueden preparar cocidos, escaldados o al vapor. Se sirven como espárragos o se incorporan a purés y cremas de verduras. También son perfectos para tortillas y quiches.
Sus frutos sirven como sustituto del café: se tuestan las semillas, se muelen y se preparan en cafetera italiana o francesa. Tened en cuenta que contienen una pequeña cantidad de cafeína. Si no podéis consumir cafeína, os recomiendo usar como alternativa la raíz de diente de león (Taraxacum officinale) o la achicoria (Cichorium intybus).
Como veis, esta planta es una joyita que tenemos muy cerca y que merece que la redescubramos y le demos mucho uso. 🙂
Y ahora, espero que os lancéis a la calle a dar un paseo a ver si la veis cerquita de vuestra casa, ¡ya me contaréis! 💚