Cuando tenemos el estómago mal decimos sin pensarlo: “Tómate una manzanilla”, pero… ¿por qué? ¿Qué aporta la manzanilla para mejorar o aliviar ese estado? De todo esto se encarga la fitoterapia y he pensado hablar un poco sobre ella.
Un poco de historia de la fitoterapia
Todas las civilizaciones antiguas —mesopotámica, egipcia, china, india, africana, etc.— contienen una gran cantidad de remedios vegetales. El hombre ha ido comprobando poco a poco ciertas utilidades de las plantas.
Entre la transición del paleolítico al neolítico se pasa de una época de recolectores a una de agricultores, y se empiezan a cultivar plantas medicinales para uso doméstico. Existen evidencias arqueológicas del uso de ciertas plantas medicinales como yezgo, verbena, saponaria, o trébol de agua, donde las mujeres se encargaban de la preparación de los remedios, habitualmente acompañados de rituales mágicos y religiosos.
En el año 2800 a.C., el Emperador Rojo recopiló en China el primer herbolario médico con casi 400 plantas comprobadas en su propio organismo. Más tarde se ha llegado a más de 16.000 plantas.
A Paracelso (1491-1541 d.C.) se le designaba el “Padre de la Farmacología”; se enfrentó a la autoridad de los remedios químicos para luchar contra la enfermedad.
A mediados de 1800 entró de aprendiz en una botica uno de los fundadores de la fisiología científica, Claude Bernard, quien llegó a asentar las bases fisiológicas de la farmacología.
En el s. XIX, con los avances de la física, fisiología y química, se pudieron descubrir formas de aislar las sustancias activas en estado puro y observar los efectos producidos en hombres y animales. De aquí se desarrolló la farmacología científica, consiguiendo aislar fármacos como la morfina, quinina, etc. Y a comienzos del s. XX, Inglaterra comienza a relacionar las acciones de los fármacos con su estructura química.
Esta necesidad de recopilar información sobre las plantas, la identificación de estas y sus usos, aparece desde hace miles de años con el objetivo de prevenir, intentar reducir o hacer desaparecer las enfermedades.
Si queréis saber más sobre la historia de las plantas medicinales, os recomiendo nuestra revista de Escuela Herbal, donde hablamos de las raíces herbales de la humanidad. Pincha aquí para verla.
¿Qué es la fitoterapia?
Es una palabra procedente del griego en la cual “fito” significa planta y “terapia”, curación; por lo tanto, es la aplicación y uso de las plantas desde el punto de vista terapéutico, para prevenir y curar enfermedades o mantener la salud.
Este nombre fue dado por el médico francés Henri Leclerc, aunque ya en 1865 el Dr. Auguste Soins comenzó a hablar de la terapia que utiliza plantas medicinales.
Actualmente, se ha conseguido aislar los principios activos (sustancias que ejercen la acción) de las plantas y administrarlos de forma separada, según la función que tengan en el organismo, que es lo que ahora llamamos medicamento.
Se ha podido observar que, dependiendo del tipo y lugar del cultivo, de cuándo se recolecta, de la forma de realizar el secado y su conservación, puede variar el contenido de principios activos.
Trabaja en sinergia y de forma global
En la fitoterapia, usamos la parte de la planta completa, sean hojas, tallo, flores, raíces, exudados o toda la planta (denominada droga vegetal) junto con todos los principios activos que esta contiene.
Por ello, las plantas no solo tienen una función, sino muchas, y además son funciones que se complementan. Pues este conjunto de principios activos, cada vez más estudiados y comprobados, “forma una sinergia que potencia la acción de la planta”.
Además, la fitoterapia no solo se centra en el uso de estas plantas para prevenir, aliviar síntomas o tratar una alteración de la salud, sino en el estudio de cuándo es mejor recolectar estas plantas, cómo almacenarlas, técnicas para la extracción de los principios activos y cómo administrarlas.
La fitoterapia en la actulidad
Como hemos visto, la fitoterapia es una parte integral de la terapéutica desde la prehistoria y no solo tiene una base histórica, sino una base documentada química de los principios activos.
La OMS reconoce la importancia de estas plantas en el plano de la salud y en 1978 definió a las plantas medicinales como “cualquier planta que en uno o más de sus órganos contiene sustancias que pueden ser utilizadas con fin terapéutico o precursores de alguna síntesis”.
Ventajas y desventajas
El uso de las plantas medicinales presenta una serie de ventajas e inconvenientes con respecto a la medicina oficial.
La principal ventaja es la menor proporción de efectos secundarios y el menor número de estos; esto se debe a que los complementos naturales utilizan concentraciones menores y la actuación es totalmente diferente. Se han comprobado grandes resultados, especialmente en problemas crónicos.
El principal inconveniente, y el que a mucha gente le “echa para atrás”, es que tardan un poco más en hacer efecto y en algunos casos son menos potentes (desde mi punto de vista no ha de ser un inconveniente porque el organismo se ha de ir adaptando a la mejoría poco a poco, todo lleva un proceso). Otro inconveniente es la mala regulación que hay en muchos países y el desconocimiento de esta terapia.
Esto no implica que haya que usar una u otra medicina; no hay dos medicinas, sino diferentes formas de tratar o complementar los tratamientos para mejorar o mantener la salud.
Este desconocimiento está cambiando últimamente y el consumo y el interés por remedios fitoterapéuticos está aumentando, no solo por el gran interés por lo natural, sino porque se está comprobando la eficacia de nuestras plantas, sobre todo debido a un mayor conocimiento químico y farmacológico a través de estudios científicos.
Estudios científicos
Existe información científica sobre farmacognosia y farmacología, pero muy dispersa y en algunos casos insuficiente.
Por ello existen algunas comisiones y federaciones que han desarrollado sus propias monografías, como ESCOP (European Scientific Cooperative On Phytotherapy), HMPC (Committee on Herbal Medicinal Products), BfArM (Instituto Federal de Medicamentos y Dispositivos Médicos de Alemania), la EMA (Agencia Europea de Medicamentos) y la OMS.
Biodiversidad
Existen más de un millón de especies vegetales y actualmente un 10% de ellas se consideran medicinales, pero nos quedan muchas aún por descubrir.
Un camino maravilloso
Es alucinante que la propia naturaleza nos brinde, a través de las plantas y otras muchas cosas, las sustancias necesarias para mejorar nuestro estado de salud, ayudando al propio proceso de recuperación del organismo y a la prevención de enfermedades.
Adentrarse en la fitoterapia es un mundo muy bonito 🙂
Soy Ferran Albors, he realizado el curso de fitoterapia en Escuela Herbal de la mano de Virginia Ceballos y he aprendido mucho en el. Soy un amante de las plantas medicinales desde 1970 donde me han acompañado personas mayores a conocer los rincones de las montañas y aprender de sus conocimientos.
Me encanta la medicina natural
Es un mundo muy bonito!